jueves, junio 16, 2011

S.O.S POLITICIANS (Perroflauters are nazis!!!)

Jonathan Swift describe en "Los viajes de Gulliver" cómo en Liliput los candidatos a altos cargos públicos deben mostrar su destreza como funambulistas dando brincos sobre una cuerda floja a considerable altura. Cuanto mayor es la responsabilidad y atribuciones de su cargo, mayor debe ser la altura y la gracia de sus saltos. Lamentablemente estos equilibrios resultan a veces en rotura de extremidades e incluso muerte.

Swift tenía muy mala leche, sí señor. Y tenía claro que un gran poder exige también una gran responsabilidad. Pero no responsabilidad de "mira mi Luis qué responsable es, que ya va al videoclub él solito". No, señora. Mas bien responsabilidad de "Luis, chaval, si no devuelves las pelis porno a tiempo te llegará un recargo y tus padres se enterarán de que eres un pajillero".  Responsable de "responder" por tus actos.

Osea, que si la cagas lo pagues caro. Al estilo Imperial: Disculpas aceptadas, Capitán Needa!

 
 
 
Quizá no hace falta llegar a fracturar brazos y piernas, ni hacer uso de la Fuerza... pero oye, que en Islandia están enjuiciando a todo un ex-jefe de estado por su gestión en la crisis, y mientras aquí la clase política silba-que-silbarás mientras la gente clama justicia. Y los huesos fracturados para los sufridos contribuyetes: embargos de viviendas, sueldos congelados, desempleo, pérdida de derechos laborales y retroceso general en todo el sistema de bienestar. Lo que me extraña es que no nos cabreemos más y empezamos con la terapia de fuego.




Así que, la verdad, la que están liando por cuatro sipis y dos pintadas que se han llevado los honorables ministros... pues me huele a exageración victimista. Es lo que tiene aceptar un cargo público y la responsabilidad que ello conlleva. Algún día puede acercarse alguien y decirte "LADRÓN HIDEPUTA!" a la cara, que te zarandeen, que te tiren huevos cuando haces tu trabajo como el culo. Si lo pienso bien, me parece incluso un ejercicio de salud democrática.

Ayer nos enseñaban en la televisión pública catalana el estremecedor testimonio de Montserrat Tura, todavía alterada porque su abrigo había sido pintado con una X de spray negro. Decía la buena mujer algo así como "esta gente que se declara indignada y que tanto protesta, en realidad ejerce la violencia y la coerción propios de totalitarismos del pasado. Los NAZIS también marcaban a los judíos con una cruz en sus ropas!" ...ole tus huevos Montse...   hay para cabrearse con tanta demagogia... pero viniendo de alguien que se parece tanto al oficial de la Gestapo Arnold Ernst Toht de "En busca del arca perdida" pues me da como mucha risa.



Mi estado utópico no sería tan hardcore como el del autor de Gulliver. Yo impondría a todo aquel que quisiera ejercer un cargo político, desde el diputado más ilustre hasta el alcalde del villorrio más abyecto, que para llegar hasta su lugar de trabajo tuvieran que atravesar por una estrecha pasarela sobre un foso en llamas y sobre la entrada del hemiciclo la leyenda en letras de piedra color rojo sangre: "Recuerda que no estás por encima del ciudadano!". En latín, que da como más respeto. Flanqueando la pasarela, unos 2 metros más alto, dos galerías discurrirían paralelas y serían de libre acceso para todos los ciudadanos. Desde allí, podrían increpar a sus representantes, arrojarles fruta podrida y algún que otro sipiajo, o también vitorearles y aplaudirles si fuera el caso. Pero nada más. Y para vigilar que el ciudadano no se propasara, pondría a guardias uniformados al estilo soldado imperial pero con espadones de acero. Esto último no tiene ningún fin racional, simplemente me mola. Cuando tenga tiempo ya os haré un esquema en el Paint, que ahora me da palo y no tengo mucho talento para el dibujo... pero supongo que más o menos os hacéis una idea.

Yo creo que cada mañana, antes de ir al trabajo, harían un verdadero examen de conciencia sobre lo que hubieran hecho el día antes, y que antes de incurrir en prevaricaciones y corruptelas varias, o antes de redactar leyes injustas, se lo pensarían no dos, veinte veces.

viernes, mayo 27, 2011

El opio y los escobazos.

Dejaré de lado la habitual temática frívola del blog para hacerme eco de lo que está pasando en España durante las últimas semanas, y en concreto, de los hechos de hoy en Barcelona. Dadle al play, que así os vais calentando.



Los ciudadanos que acampaban como protesta pacífica en Plaza Cataluña han sido desalojados y golpeados brutalmente. Además, los servicios de limpieza se han llevado todos los materiales (material de acampada, mesas, pancartas, comida, etc.) que formaban parte del campamento y que les permitían resistir y organizarse. El motivo, según las autoridades: retirar todo material que pudiera afectar a la salubridad y la seguridad en la zona de cara a las probables celebraciones con motivo de una hipotética victoria del Barça en la final de la Champions mañana sábado.

Es decir, que han decidido "limpiar" la zona con la excusa del fútbol. Y seguro que el concepto de limpieza estaba en la mente de las autoridades. Para eso han enviado a una brigada de basureros y a una tropa de valientes policías poseídos de una ardiente voluntad higiénica. Vean en la foto qué curiosas escobas portaban.


Basura material, basura humana. Queda muy claro en qué categoría semántica el estamento político encasilla a los ciudadanos insumisos y poco dóciles. Hay que retirar la basura, para que el buen ciudadano pueda tomar su dosis de opio y se olvide de utopías, ... no se nos vaya a poner flamenco.


Aaaah...  qué bonito oficio el de policía antidisturbio! Te vas a la cama con las manos manchadas de sangre sabiendo que has defendido la justicia y el civismo. Putos psicópatas. Una vez leí que el perfil psicológico del delincuente y el del policía son exactamente el mismo. Haceos a la idea de que éstos son la extensión física, real y palpable de aquellos que gobiernan. Son las manos de los mismos que aparecen sonrientes pidiento tu voto en nombre de la democracia.


Podéis indignaros mucho, desde luego, ...y más que os harán indignar. Os indignaréis tanto que os atragantaréis con la bilis y cambiaréis el color de la cara por un rojo encendido. Y aun así veréis al uniformado partirle el brazo al compañero y veréis cómo arrastran por los suelos a vuestras mujeres, y de nada os servirá la indignación. A menos que la transforméis en rabia. RABIA, joder!!!

O eso, o mejor volved a casa y ved tranquilamente el fútbol. La revolución no se hará con canciones ni juegos malabares, ni mediante el libre ejercicio de la palabra del pueblo en asambleas improvisadas, ni portando flores en la cabeza o en las manos. No:

SANGRE Y FUEGO! MUERTE Y DESTRUCCIÓN!

Esos son los únicos argumentos que los poderosos entienden desde los tiempos de Luis XVI. Si estamos hablando de cambiar todo el sistema, más vale que estéis preparados, porque eso es lo que os espera. Ya habéis podido probar un sorbito.


En fin... mañana podremos comprobar si el fútbol es o no el opio adormecedor del pueblo. Ojalá fuera speed, o coca...  pero no, lo más seguro es que sea opio.

martes, abril 19, 2011

La breve y sórdida historia del hombre-ladrillo.

Ahora que se acerca la feria de Construmat, he querido imaginar una escena que seguro se repetirá (con pequeñas variaciones) durante las siguientes noches. Lo escribo en honor a todos esos comerciales güisqueros, hacedores de plusvalías, comisiones e hipotecas a 40 años, héroes anónimos, verdaderos sostenes (o bragas) de nuestra economía. Para bien o para mal.

También he imaginado la banda sonora con este temazo John Paul Young porque se trata de una historia muy romántica y porque ya sabéis que me gusta ser irónico. Pulsa play y lee.





"Estamos acabando de cenar con unos clientes... ...si vender pisos fuera tan fácil, lo haría cualquier idiota... ...Sí, cariño... ...vuelvo mañana por la tarde...   ...estoy que me caigo de sueño, no sabes las ganas que tengo de volver al hotel...   ...no te preocupes... ...y yo a ti... un beso, amor."

El tipo presiona un botón para colgar la llamada, todavía con una sonrisa beatífica dibujada en la cara. Vuelve a presionarlo durante unos segundos hasta que aparece un mensaje de despedida en la pantalla del móvil. De fondo, una foto de su esposa sosteniendo una piña colada. Observa la imagen hasta que se desvanece suavemente y entonces lo guarda en el bolsillo de su americana.

Después desliza el anillo de oro de su dedo anular y lo guarda en el otro bolsillo de su americana. Se afloja la corbata. Ahora su mirada ha tomado un aire ratonil, y en los labios le baila una media sonrisa confiada y satisfecha. Se apoya cómodamente en la barra mientras espera al camarero; el borde es de cuero y está mullido como los sofás que rodean la pista de baile.

Pide un whisky doble con hielo y le da un largo trago entrecerrando los ojos. Cruza una pierna y apoya todo el peso sobre la otra. Ha encontrado la postura perfecta, así que entre sorbo y sorbo, se dedica a admirar el reflejo dorado que le devuelve el espejo entre las botellas. El hielo baila en el vaso de tubo al compás de la canción produciendo un tintineo ahogado que tal vez deberíamos llamar clic-claqueo.

"¡Qué clase tienes, joder!",  se susurra.



Repentinamente inspirado, el tipo se levanta sosteniendo el vaso a la altura de su cabeza y recorre la pista ensayando unos pasos que podrían ser de bossa-nova. Todavía recuerda algo del cursillo al que se apuntó para contentar a su mujer. Se quejaba de que no hacían nada juntos. Más tarde se quejó de ya no la quería, y entonces se casaron. La espalda erguida, los hombros rectos, un, dooos... hop! Se lleva una mano al vientre  tal y como harían los grandes galanes que conforman su arquetipo de seductor-dandy. Arturo Fernández o Julio Iglesias. Qué elegancia... qué categoría.





Su bailoteo calculadamente errático lo acerca hasta una chica morena que viste una brevísima falda ajustada de color estridente.  Le cuenta entre bisbiseos que es piloto de avión "Bueno, comandante... siempre en el aire, ya sabes", quitándole importancia. Puede que le cuente también que es cirujano, o que tiene unos viñedos en la Rioja. Ella asiente a todo que sí mi amor, qué lindo, al tiempo que le pasea los dedos por la pechera de la camisa barata calculando a la baja cuánto le pedirá. Hay un breve regateo. El trato se cierra con un apretón de nalgas y la pareja se pierde por unas escaleras que huelen a perfume barato y lejía.

Fundido en negro en forma de corazón.

FIN

martes, abril 12, 2011

Carta abierta a Justin (imber)Bieber

Pequeño Justin,

tú no me conoces, y yo a ti tampoco, pero eso nunca ha impedido que la gente se envíe cartas para cagarse en sus respectivas progenitoras. Cierto que las verdades es mejor decírselas a la cara, y tal vez juzgues mi actitud de cobarde y traicionera (y puede que tengas bastante razón), pero tú también me has enviado tus cancioncillas de mierda, tus fans histéricas, igual que Yahveh envió a los egipcios diez plagas horribles para castigarles.

En la radio, en la tele, en el interné...  te has colado en mi hogar como esas moscas verdes se cuelan por las ventanillas de los coches despues de libar en las heces semilicuadas por el sol abrasador y van directas al paladar para que te las comas causando gran desazón a tu estómago. Y luego están tus imágenes en pantalón corto mancillando la camiseta de mi club de fúbol favorito. No consiento que te metas con mi religión. Eso no, Yustin. Eso caca.



Y lo peor. Ahora resulta que te has apropiado de las siglas JB, despojándolas del significado solemne y aguerrido. ¡¡¡Justerini y Brooks se alzarán de sus tumbas para darte tu merecido liderando una turba formada por el gremio de transportistas, los comerciales de pisos en paro y profesores de autoescuela!!! Ya nunca podrán volver a usar con orgullo construcciones oracionales que llenaban de alegría las sobremesas de merenderos, bares de carretera y clubs de alterne, entre regüeldos de alioli y estertores etílicos.  A saber:

Te estás poniedo tibio con el JB.
A mí el JB me gusta con hielo.
Qué bueno está el JB 
Te amorras al JB como una camello sediento en un abrevadero.


Mereces un linchamiento público al que me sumaré gustoso. Todo es cuestión de montar el grupo en el facebook y buscar día y hora. ¡Ah! Y lo mismo vale para los Jonas Brothers... que os tengo fichaos!


Te diré otra cosa de las costumbres de nuestras tierras: aquí los chavales no montan fiestas con coca-cola en la mansión con piscina mientras papá y mamá están de viaje, aquí los zagales se cuecen a base de destilados comprados en el súper, de calimocho, de litrona, en vasos de plástico y en plena calle. Después se hinchan a porros, vomitan unos encima de otros y acaban la fiesta cuando el clima de reyerta hace intervenir a las fuerzas del orden. Somos un país asilvestrado, Justino, y no me gusta que vengas a mearte en nuestras costumbres ancestrales: la gorra es para cuando aprieta el sol, para que no te se caliente la sesera. Y si es una boina, mejor (mira el zagal de la foto lo contento que va con su boina... y fresquito!). Y la capucha para cuando llueve. Punto. Si te presentas así en casa de mi abuela, te pegaba un calamonazo que la gorra te iba a dar más vueltas que un ventilador.




Otra cosa, Just-teen. Quiero que mires las estas fotos y te fijes en qué tienen en común:




Exacto. Los tres lucen una barba recia y los tres pegan hostias como panes. Chuck Norris, Bud Spencer y "El Algarrobo". ¡Humíllate ante ellos! Son grandes sabios del pasado cuyas reflexiones metafísicas eran de una profundidad y de una sutileza tales, Justín, que las simples palabras no podían contenerlas y tuvieron que transmitirlas mediante la imposición de manos. Estos son los que tendrían que acompañarte en el camerino, antes y depués de cada concierto, para abrirte la mente (o la cabeza) y conducirte por el camino recto. Y no esa panda de groupies, personal assistants, managers, coachers y fistfuckers que te envilecen con el brillo fatuo del halago. ¡Que te están maleando! Tú eres un imberbe (sí, de esos con cutis inmaculado que tanta rabia me daban), y hasta que luzcas una buena melena facial que te acredite como macho adulto es mejor que no vayas provocando a los mayores.¿Me vas pillando Justinviver? ¡Respeto! Si te lo dicen por tu bien...

 

Otra cosa te digo: corría la leyenda de que en una gala de los Grammy, los integrantes de Metallica y otros grupos metaleros indignados por la bochornosa exhibición de ñoñería, molieron a palos a los New Kids on the Block en su camerino. Los New Kids tocaban la misma mierda que tú, pero eran cinco... y pillaron la del pulpo, así que más en tu contra. No sé si la recuerdo mal o me la invento, pero me importa una mierda, Justino, porque lo que importa es la moraleja de la historia. Ya dice el refrán que "Cuando las barbas del vecino veas cortar..."
Nooo! Calla, que no tenías barba!    ..... ¿Lo ves como así no vas a ningún sitio? Sé bueno y quédate en tu país a dar por saco, que a las adolescentes de aquí les hace falta poco para ponerse a gritar y llorar por cualquier cantamañanas. Que bastante tengo con lo que tengo, JUSTIN!

Y no te digo más nada... que... que... me estoy calentando la boca y no querría entrar en descalificaciones personales... mmmm... con lo que yo te aprecio... en el fondo... en el fondo del mar. Así que me despido ya.

¡Adiós, NIÑATO!

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P.D.:Aquí puedes ver a un alumno aventajado del maestro Bud postulando que la realidad externa sólo es comprensible a través del Yo, para refutar la teroría de las ideas trascendentes de un platónico quisquilloso incapaz de admitir lo insustancial de sus argumentos.

viernes, abril 08, 2011

Yo fui un "rol master" (breve aproximación dramatizada a los frikis en los 90)

En mi época sólo hacían falta dos cosas para ser friki: mucha imaginación y mucho acné facial. Si la naturaleza te dotaba de ambos dones tus posibilidades de tener sexo se podían contar con los dedos de una mano (literalmente). Esto retrasaba el ingreso al mundo adulto y te regalaba unos añitos más de gilipollez infantil (en la foto inferior, un ser al que los añitos se le han hecho lustros). ¿Y qué podías hacer en las largas tardes de verano mientras veías a esas nínfulas de atributos incipientes pasar de largo de la mano del primer subnormal con moto y cutis inmaculado? Pues básicamente cuatro cosas: leer cómics, ver la tele y jugar a rol. La cuarta cosa tiene que ver con los monos, y el decoro me impide mencionarla aquí.



Hoy en día ser friki ya no tiene mérito porque se ha popularizado tanto que está de moda, mola, queda muy cool. Me repatea ver a a esos niñatos con gorra, piercing y sombra de ojos que se definen como "un poco freak" en su perfil de facebook con 500 amigos. Payasos. ¡Yo los maldigo! El sendero del friki estaba plagado de renuncias, promesas sin cumplir y exclusión social, en aras de la conquista de la Tierra Media por la fuerza de tu espada mágica. Exigía el sacrificio del monje zen y la disciplina del aprendiz de Jedi.

En fin, que jugábamos a rol y yo hacía de "master", es decir, el que planeaba y narraba el desarrollo de la aventura, mientras los demás jugadores se metían en la piel de personajes de capa y espada. El éxito o fracaso de sus acciones lo decidía la suerte de los dados, que podían ser de 6, 8 o 10 caras. Era como una aventura gráfica para videoconsola, pero sin pantalla ni mandos. Todo te lo imaginabas tú, a través del relato del "master". Algún flipado habrá que considere genial que la juventud ensaye conductas morales y construya su propia identidad asumiendo un rol heroico a la par que ejercita sus habilidades lingüísticas y su imaginación y... y...  ¡SHUT YOUR FUCKING MOUTH!  ...putos pedagogos. Nada de eso. La cosa era tan cutre como parece, y las conductas que se asumían no eran para nada heroicas, sino más bien rastreras, sanguinarias, oportunistas, siempre motivadas por el deseo de violencia gratuita.


Por ejemplo. Esto podría ser el desarrollo una partida cualquiera con mi hermano y los 4 compinches de siempre:
(yo)- Camináis por un bosque sombrío cuando de repente un anciano sale llorando de entre la espesura. Os pide que por favor...
(player 1)- Le corto la cabeza con el hacha.(ruido de dados) ¡Bieeen!¡Golpe crítico, lo mato de un golpe!
(yo, contrariado)- Ya... pero... por qué?
(player 2)- No nos engañas, seguro que es un bicho disfrazado. ¡Le lanzo un hechizo de fuego!
(yo, consternado)- Está muerto. Y su cuerpo yace decapitado en un charco de sangre. No malgastes PM.
(player 2)- Por si acaso (tira los dados) ¡Bieeeen! ...gano puntos de experiencia?
(player 3)- ¡Busco entre sus ropas para robarle!
(yo)- Felicidades. Has conseguido una pelusa de bolsillo y una cucharilla de postre.
(player 3)- Guay! Cuando llegue a una herrería haré que la engarcen en mi escudo!
(yo)- Ahá... Para que todos sepan que venciste al anciano desarmado del bosque, no?
(player 3)- Sí. Eso infundirá el miedo en mis enemigos.
Pausa. Silencio tenso.
(yo)-...se oye una voz misteriosa a lo lejos que dice: "Sois una panda de gilipollaaaaas!"

En realidad, no estaba cabreado por las implicaciones morales del asesinato. Lo que me cabreaba era que me habían jodido la historia. ¿Qué hacía ahora con el episodio "La misión del anciano perdido en busca de su aldea"? ¿Debían devolverlo mutilado y chamuscado a su familia para recibir la recompensa y la llave de entrada a la guarida de los ladrones? Ya no podía cuadrar nada, no era verosímil, y todos los mapas, enemigos y peripecias diseñados se iban a tomar por culo. Tocaba improvisar:

(yo)- ...dejáis atrás la masa humeante de huesos y andrajos, y en lo alto de un árbol, fuera del alcance de vuestras hachas, una niña ciega y bondadosa os suplica que...
(player 4)- ¡Le disparo una flecha!
(yo)- Una barrera mágica y misteriosa la protege de proyectiles y sortilegios.
(player 1)- Talo el árbol con el hacha.
(player 2)- Le ordeno a mi caballo que dé una coz.
(player 3)- ¿Puedo hacerme un collar con sus dientes?

Los bastardos eran astutos como conejos... La historia no avanzaba y cada personaje no hostil que les salía al encuentro era indefectiblemente asesinado y saqueado. Era yo contra ellos. Al diablo con la historia.

(yo)- ...de las copas de los árboles aparecen 20 ardillas zombi con 200 puntos de vida cada una. Atacan con dientes afilados y nueces envenenadas. Y si les cortáis la cabeza explotan causando X2 de daño físico. Son las protectoras del bosque y están cabreadas porque habéis matado al Roble Venerable.
(player 1)- Uso mi habilidad "comunicarse con animales"...
(yo)- Una ardilla zombi furiosa te arranca la lengua antes de que puedas pronunciar nada. Pierdes 30 puntos de vida.
Cinco minutos y varias tiradas de dados más tarde:
(yo)- Estáis todos muertos. Las ardillas zombi bailan alborozadas alrededor de vuestros cadáveres. Sois devorados. Las ardillas zombi se retiran a la sombra del bosque para hacer la digestión. Fin de la partida. ¿Nos vamos a la piscina?




jueves, abril 07, 2011

Invasión a la tierra... HOO-AH!!!


El domingo pasado dos amiguetes me arrastraron a ver "Invasión a la Tierra". A priori no esperaba nada bueno, como siempre que acabo en el multicine con estos pájaros para pasar la resaca. En otras sesiones de tarde como esta me he podido deleitar con grandes bazofias como "Bangkok dangerous", "Pay back" o "Next", y otras por estilo, la mayoría protagonizadas por Nicholas Cage en horas muy bajas (y con una melena digna de Oscar a los efectos especiales) y todas dignas de una sesión de sobremesa de tele5. Pero claro, el tema alienígena me tira bastante. Será una especie de "Independence day" o "La guerra de los mundos", pensé,  que para pasar el rato, pues mira, tiene un pase. Pero no: lo que vi resultó ser un mierdolo ofensivo a los sentidos y sobre todo a la inteligencia.

Para empezar, la peli está rodada en plan documental cámara en mano, con temblores, desenfoques y constantes cambios de plano. Podría suponerse que la intención es darle realismo a las escenas y transmitir una sensación de dinamismo en las escenas de acción... y pollas en vinagre. Qué va! El verdadero motivo es que salgas de la peli mareado y con dolor de ojos de tanto forzar la retina. Y también para disimular lo cutres que son los alienígenas y sus naves, que se ven siempre de refilón y como borrosos.

El prota es un sargento ya caduco pero fornido, con una supuesta mancha en su hoja de servicios, por nosequé acto de combate imprudente y heroico a partes iguales en el que mueren 3 o 4 de sus muchachos. Venga, vale, nos creemos que es un héroe incomprendido. Eso mola, no? Es un outsider, un tipo rebelde que obedece órdenes, se cuadra y dice "Síseñor!" como si tuviera un palo metido en el ojete. Es el cliché del "rebelde obediente" (véase "oxímoron") que ya conocemos de otras pelis. Toman decisiones y asumen riesgos, así que de vez en cuando pueden equivocarse y muere gente (lástima...), pero lo que cuenta es la intención, no? Uno de estos supongo que dio la orden de abrir fuego contra un hotel lleno de periodistas, así que cuidaos de criticar a nuestros héroes panda de rojos comunistas, porque cuando vengan los marcianos... ¿A quién llamaréis? eh??? A los Cazafantasmas no, que son de mentira.

El resto de soldados a sus órdenes es una sabia combinación étnica de afroamericanos, hispanos, asiáticos  y reclutas blancuchos corte de pelo cenicero. Todos buenos muchachos que no se drogan ni dudan de su país. Hasta hay una mujer soldado, mira si son tolerantes estos marines: es Michelle Rodríguez (a la derecha con cara de mala malota)  . Sí hombre... una actriz que siempre sale dando palos y frunciendo el ceño, con cara de malfollada. Salía en "Lost" y está más buena de lo que parece.
Pues total, que sueltan a la cuadrilla en un distrito de Los Ángeles todo manga por hombro con coches quemados y humo por todos lados. Se trata de que no veamos con nitidez a los marcianos porque así dan más miedo, como en "Alien". Eso, o no quieren que se note lo mal hechos que están. Me empiezo a sentir estafado.

A mitad de la película empezamos a ver a los invasores. Son bípedos, plateados y se supone que llevan armas implantadas "quirúrgicamente" en los brazos, pero tienen tan mala puntería que cualquier niñato que haya jugado al Call of Duty sabe que son carne de cañón. Se diría que han estado dando sorbos de orujo en la nave desde Ganímedes hasta la Tierra. No se cubren, son lentos y caminan por los tejados y a campo abierto para ser un blanco aun más fácil. Y su armamento... pues como flojito para tratarse de una civilización superior capaz de construir ingenios que superan la velocidad de la luz.

Al principio parece que su armadura es muy resistente: el primero que matan recibe unos 5 cargadores a bocajarro y una granda de mano. Pero a medida que avanza la historia sus defensas se relajan cual Barça de la era Cruyff, y hacia el final de la peli basta una ráfaga para dejarlos fuera de combate. Si la peli dura 10 minutos más los acaban matando a pellizcos. Pero tiene una explicación, ojo, una veterinaria que acompaña al grupo descubre en 5 minutos que tienen un punto débil "a la derecha de donde debiera estar el corazón". Ahí ya me quedo pillado. ¿Es la derecha del Alien o es "nuestra derecha" y por lo tanto hay que dispararle al sobaco...? Bueno, da igual, me pongo a pensar en mis cosas y visualizo a un chimpancé mirándose en un espejo...

Cuando vuelvo a conectar está sonando la musiquilla de discurso patriótico, ya sabéis, la típica con instrumentos de viento y amanecer de violines que se oyen como en la lejanía moteada de fugaces redobles de tambor militar. El héroe va a arengar a sus muchachos en un momento de bajón. Bla bla bla... nuestro hogar ...bla bla bla el deber... bla bla bla bla ...somo marines bla bla bla... el honor... Y entonces llega la perla. El sargento coge de los hombros a un niño al que acaban de dejar huérfano de padre y madre, le mira directamente a los ojos (tal y como nos ha enseñado supernanny) y le dice:
 "No llores más ¡Quiero que seas mi pequeño marine!"  (!!!)
...esa frase en labios de Michael Jackson hubiera resultado como mínimo sospechosa... Estoy tan sorprendido que no acierto a reírme. Es genial. Claro... todos podemos ser marines si nos lo proponemos! La musiquilla sube de volumen y los soldados se secan la lagrimilla.
Y de ahí al final todo son frases lapidarias de las que llenan una buena película de acción: "Y quién demonios es John Wayne?" o "Nuestras Fuerzas Aéreas van a hacer sufrir a esos marcianos cabrones!" y sobre todo "¿Retirada?, y un cuerno!!!".

Otro pegote achacable a los traductores es cambiar el grito de guerra de los marines, "HOOAH!" , que se pronunciaría más o menos "JÚA!", (para los que tengan una edad, también recordarán que era el grito de guerra del inefable Chimo Bayo), pues lo cambian, digo, por "HURRA!" y pierde mucha fuerza. Como si nadie hubiera visto "Black Hawk derribado" o mejor "Jarhead". Pues hurra a diestro y siniestro, que hace como espíritu de equipo de rugby.
"Vamos a patear el culo de esos marcianos! ----> HURRA!" 
"Yo digo que sigamos al sargento hasta el final! ----> HURRA!"
"Nuestros cazas aún dan guerra! ----> HURRA!"
"Tengo unas ladillas de campeonato bailando muñeiras en el escroto! ----> HURRA!
Bueno, la última no sale. Pero podría.

Conclusión.
-¿Qué hemos aprendido chicos?
-¡¡¡Que el ejército estadounidense está para proteger al mundo contra el Mal, señor!!!
-¿Sólo eso, reclutas?
-¡¡¡Que investigar en armamento y construir armas nucleares aunque ya no haya comunistas es imprescindible si queremos estar preparados para la invasión extraterrestre, señor!!!
-Bien chicos, ¿qué más?
-Que la próxima vez me gastaré los 7 euros en cañas, señor.
-Vaya...! Parece que tenemos un graciosillo... Tú, el de las gafas... ¿De dónde eres, hijo?